Cómo reducir el estrés de tu gato al meterlo en el transportín
El uso de transportines para los gatos es fundamental tanto para los propietarios que tienen que desplazarse en las mejores condiciones con sus gatos como para los profesionales que pueden manejar de una forma mucho más cómoda cualquier situación que requiera: enfermedad, servicios de peluquería, vacunas…
En ocasiones, el simple hecho de tener que meter a tu gato en un trasportín para desplazarte junto a él, es un proceso complicado que puede llegar a ocasionar un verdadero quebradero de cabeza, ¿verdad?
Por ello, desde Tu Granja en Casa os damos unos trucos para reducir el estrés de vuestros gatos y relajarlos para que nuestras mascotas favoritas sufran lo mínimo posible:
#1. Utiliza un transportín rígido, nada de tela.
Los transportines fabricados en tela o plástico suelen ser más endebles que los rígidos. Por esta razón, el gato tendrá una mayor inestabilidad y su nivel de estrés crecerá a medida que nos desplazamos con él.
La utilización de uno rígido hará que la superficie sea más estable por lo que el animal estará mucho más cómodo.
Además, un buen truco es utilizar el transportín en casa para que el gato se adecue a éste. Lo vea como un elemento normal de su hogar.
#2. Higiene en el transportín.
Una mala experiencia en el transporte de tu gato puede ser el detonante para que el animal rehuya de éste para siempre.
Lávalo enérgicamente para que no relacione su olor con una mala experiencia pasada. De esta forma trataremos de “engañarlo” para que no recuerde su paso por el mismo. Encuentra todo tipo de productos de higiene para gatos en nuestra web.
#3. Mantén la calma.
El uso de engaños, comida, gritos, enfados, etc. No ayudará a meter tu gato dentro. Esto lo pondrá más nervioso, aumentará su nivel de estrés y te será casi imposible alcanzar tu objetivo.
Uno de nuestros trucos favoritos es meter el transportín y el gato en la habitación con menos escondites posibles. De esta manera reducirás el espacio para tu gato y aumentarás tus posibilidades.
#4. Acostúmbralo al coche.
Es lógico pensar que, si un gato solo entra en los coches para ir al veterinario, el animal no querrá subir y el simple hecho de verse montado en uno, lo pondrá nervioso. Algo que deseamos no pase. Por esto, lo más recomendable es acostumbrarlo a nuestro vehículo llevándolo de paseo, acompañándonos a recados, etc. De esta forma evitaremos que relacione coche con dolor (veterinario).
Con estos pequeños trucos, el desplazamiento de tu gato será un poco más cómodo, reduciremos su estrés por el transportín y/o el coche y ganaremos su confianza.